Una buena se aproxima. El pasado domingo, en la Ser se escandalizan por el nuevo documento de la Conferencia Episcopal Española, donde se condena el aborto o la utilización de embriones humanos en la investigación. ¡¡Menuda novedad!! Nada nuevo bajo el sol y los profetas del progresismo nos advierten sobre ello.
Este jueves, 3 de abril (San Pancracio, me parece) en El País encuentro cuatro noticias relacionadas con la Iglesia. La que ofrece un enfoque más positivo se sonríe al ver que Benedicto XVI reconoce en la figura de Juan Pablo II una dimensión sobrenatural. Cuando es algo normal en la propia naturaleza de la Iglesia. Si una persona no cree en Dios, si no asume la Fe como algo intrínseco a su vida el compromiso religioso, el sacerdocio carece de sentido. Por eso es normal, en la Iglesia, hablar de Dios, de Milagros y de lo sobrenatural, en una acepción muy pura del término.
En esa serie de noticias del diario de Prisa (el mismo grupo de comunicación de la cadena Ser) no faltan ejemplos de manipulación, textos que supondrían, como mínimo, un suspenso en cualquier Fde Comunicación. Como esa información sobre la herencia de una anciana entregada a un sacerdote. El titular viene a ser algo así como “juicio a un sacerdote por desplumar a una anciana”. Leyéndola, uno sabe que el sacerdote heredó de la anciana (incapacitada judicialmente, un trámite complejo y donde la familia tiene un papel esencial), pero se desconoce quien promueve la denuncia; la actitud de la familia que llevó a la anciana, ya fallecida, a una residencia para mayores y allí la dejó hasta su muerte; se nos aclara la red de residencias para mayores que gestiona el sacerdote y su presupuesto, pero no si los residentes abonan el coste de la residencia o no... En resumen, se queda en la difamación y las medias verdades, que son las peores de las mentiras, antes de aportar luz al lector. Prefiere alimentar el rencor que la verdad.
Y uno se pregunta si esa sucesión de noticias, de planteamientos informativos, son casualidades o es que desde cierto sector intelectual se prepara una ofensiva contra la Iglesia en España para justificar la próxima caza de brujas del zapaterismo. El tiempo nos responderá.
Este jueves, 3 de abril (San Pancracio, me parece) en El País encuentro cuatro noticias relacionadas con la Iglesia. La que ofrece un enfoque más positivo se sonríe al ver que Benedicto XVI reconoce en la figura de Juan Pablo II una dimensión sobrenatural. Cuando es algo normal en la propia naturaleza de la Iglesia. Si una persona no cree en Dios, si no asume la Fe como algo intrínseco a su vida el compromiso religioso, el sacerdocio carece de sentido. Por eso es normal, en la Iglesia, hablar de Dios, de Milagros y de lo sobrenatural, en una acepción muy pura del término.
En esa serie de noticias del diario de Prisa (el mismo grupo de comunicación de la cadena Ser) no faltan ejemplos de manipulación, textos que supondrían, como mínimo, un suspenso en cualquier Fde Comunicación. Como esa información sobre la herencia de una anciana entregada a un sacerdote. El titular viene a ser algo así como “juicio a un sacerdote por desplumar a una anciana”. Leyéndola, uno sabe que el sacerdote heredó de la anciana (incapacitada judicialmente, un trámite complejo y donde la familia tiene un papel esencial), pero se desconoce quien promueve la denuncia; la actitud de la familia que llevó a la anciana, ya fallecida, a una residencia para mayores y allí la dejó hasta su muerte; se nos aclara la red de residencias para mayores que gestiona el sacerdote y su presupuesto, pero no si los residentes abonan el coste de la residencia o no... En resumen, se queda en la difamación y las medias verdades, que son las peores de las mentiras, antes de aportar luz al lector. Prefiere alimentar el rencor que la verdad.
Y uno se pregunta si esa sucesión de noticias, de planteamientos informativos, son casualidades o es que desde cierto sector intelectual se prepara una ofensiva contra la Iglesia en España para justificar la próxima caza de brujas del zapaterismo. El tiempo nos responderá.