sábado, 24 de marzo de 2007

Pregón de Semana Santa

La cita es mañana, domingo, a partir de las doce del mediodía (ojo esta noche se adelantan los relojes) en la Iglesia de San Nicolás de Bari. Habrá que aguantar a Garralda que hablará sobre la España que se rompe pero no se rompe. Pero hay cosas peores como escuchas a Losantos todos los días. Lo más importante es que mañana, a esa hora, y con todo ese esfuerzo, el abogado Alberto Rendueles lee el pregón de Semana Santa. Alberto Rendueles es un amigo, un buen amigo. Y una gran persona. Un abogado honrado (parece increíble, pero lo es); un profesional comprometido con su sociedad. Trabajó como periodista en La Voz de Avilés y destacaba por su rigor y dedicación. Ama a Avilés y a su tierra y estoy seguro que su pregón se llenará de anécdotas y cariño hacia esta tierra. Son suficientes motivos para ir.

Sesión de sadomasoquismo

Lo bueno de los días de descanso es que aprovechas para ponerte al día en asuntos pendientes, entre ellos las películas que no has visto en los últimos meses. Ayer me tocaba elegir a mí, así que nos tragamos Gal, una película de la productora de El Mundo. El cine español tiene muchas carencias y casi todas se encuentran en esta película. Verla entera fue un ejercicio de sadomasoquismo y aún me preguntó cómo resistí todo el metraje. Mi nena tuvo más suerte y se durmió a los cinco minutos. No entró en el fondo real de la película, la organización de un aparato dedicado al terrorismo de Estado, una práctica que censuro de entrada (no se puede combatir al terrorismo con el terrorismo) y, en el caso concreto de España, en la misma realización donde se unió corrupción y una banda de chapuzas.
La película en sí es pésima. La banda sonora previsible, sólo hay algún apunte que vale la pena; los actores sobreactuan la mayor parte del tiempo; la construcción de los personajes es simple y se acerca a lo patético en esa especie de Amedo que te recuerda durante toda la película a un torrente más delegado y el guión es terrible. Por una parte, asume que los espectadores conocemos toda la trama y juega con mucha información que, si la desconoces, te pierdes. Luego esa tendencia a reflejar la realidad de blanco o negro, con el heroísmo de El Mundo... Con los mismos materiales (la guerra sucia del Reino Unido en Irlanda del Norte) Ken Loach hizo Agenda oculta, una muy buena película e igual de comprometida en la denuncia de los abusos del poder. Aquí, de momento, no pasamos de ofrecer basura.

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